Las mujeres medicinas son aquellas mujeres que han logrado reencontrarse con su sagrado femenino. Aquellas que miran el mundo y así mismas con amor infinito y compasión.
Una Mujer Medicina es sabia por que ha logrado aceptar sus luces y sus sombras, adquiriendo un profundo conocimiento y nutrición de las experiencias vividas en su paso por esta vida y los comparte para sanar a los demás.
Una Mujer Medicina escucha a sus ancestros recordando e incorporando su poder, sanando su linaje y desarrollando su intuición y sabiduría.
Una Mujer Medicina no juzga ni se juzga, ella es dueña y creadora de su destino.
Una Mujer Medicina posee una profunda conexión con la naturaleza, puede hablar y escuchar lo que los seres de la naturaleza le dicen.
Una Mujer Medicina disfruta, siente la alegría y el amor salir de su pecho y de su corazón.
Una Mujer Medicina confía, comprende, acoge y acompaña en el camino de la sanación a los demás. También venera y es guardiana de la Madre Tierra.
A una Mujer Medicina la componen todas las mujeres que han vivido y viven en esta tierra, es parte de la hermandad ancestral; ella conoce el dolor, las lágrimas, las pérdidas; las toma entre sus manos y sabe que para sentir alegría es necesario conocer el dolor y se da tiempo… y lo transmuta. Ella aprendió a mirar y comprender lo más recóndito y profundo de cada emoción.
Una Mujer Medicina se cultiva, entrena su ser día a día en la gratitud, el equilibrio y la armonía para ser portadora del amor universal.
Ella canta y danza ligera con el fuego, el aire, la tierra y el agua, son una misma entidad.
Ella busca el silencio y respira al ritmo de la Madre Tierra.
Las Mujeres Medicina son las llamadas brujas, chamanas, curanderas, hechiceras.
Una Mujer Medicina eres tú.
¡Todas, todas las Mujeres somos Medicina, busca, piensa, siente, recuerda ese poder ancestral que hay en ti!
