En publicaciones anteriores hemos citado varios rituales orientados a la petición de distintos deseos. Vale decir que actualmente se habla mucho de ellos y numerosas personas que no los han experimentado lo ven como algo raro, trivial y banalizan sus beneficios.
Los antiguos pobladores de la tierra investigaron y experimentaron con el uso de plantas y otros elementos para curar diferentes dolencias y problemas en las personas, su cosmovisión se constituía en un equilibrio entre el individuo (cuerpo, mente y espíritu) naturaleza y universo. Todos formando parte de una gran fuente de energía. De esta manera surgen los primeros médicos, chamanes, sanadores, los inicios de lo que hoy conocemos como ciencia.
Los rituales forman parte entonces de la medicina ancestral, de la sanación en equilibrio con el Universo.
Al realizarlos se crea una comunión con el todo, naturaleza, espacio e infinito. Los rituales se arraigan en lo más profundo de la mente despejando los cuantiosos pensamientos que tenemos por minuto y enfocando la atención en una intención concreta. Su práctica a conciencia nos conecta con la sincronía universal, con esas fuerzas invisibles en acción, con el lenguaje vibratorio del universo con el cual fluyen todos los pensamientos.
Los rituales despiertan y trabajan con las partes más profundas del inconsciente del ser humano, abriendo, aclarando y enfocando a las personas en su propósito de sanación. Propiciando de este modo que quede fijado un cambio de percepción del problema o situación que inquiete a quienes participen de ellos. Estos aclaran el estado de consciencia individual por el cual estemos transitando (Incertidumbre, miedo, dolor) potenciando la compasión (cuidado, atención, amor y paz). La compasión es una emoción, un estado que nos impulsa al cuidado y la compresión y puede equilibrar los estados de desasosiego.
El camino de la espiritualidad, del conocimiento, la aceptación y la felicidad es posible y los rituales forman parte de ello. Hazte consciente y responsable de tu vida, es posible enfocarnos, vibrar en alto y conseguir la paz, el amor y la abundancia en este plano.
Ritual del fuego
El fuego, en la historia de la humanidad es uno de los cuatro elementos más utilizados en rituales, podemos nombrar a los populares Rituales del fuego en los solsticios de verano, que representan y se realizan en honor al sol y la importancia que tiene para la supervivencia del planeta.
Además de la fascinación que produce la presencia del fuego, este tiene el poder de transmutar energías, limpiar y elevar con sus llamas y calor las peticiones.
Estas ceremonias se pueden realizar en espacios abiertos con una gran fogata, donde los asistentes pueden depositar en las mismas objetos que quieren que se vayan, o representen lo viejo, lo que está demás. También el poder del fuego estará presente encendiendo el mismo en un pequeño cuenco, o en una vela.
Hoy les compartimos un ritual fácil de realizar en cualquier momento y lugar.
Escribe con lápiz, en un papel blanco lo que ya no quieras en tu vida, lo que desees soltar, dejar atrás. Tómate tu tiempo para redactarlo de manera clara, precisa y con mucha fuerza, recuerda que este ritual ya comenzó. Tienes que sentir que estás soltando, que tu pedido se está haciendo realidad.
Cuando estés lista, toma el papel y préndelo fuego con un fósforo, deja que se queme lenta y totalmente, siente como lo que ya no quieres se va… Luego, si has hecho el ritual en tu casa, sopla las cenizas por la ventana o balcón hacia afuera, deja que el viento se las lleve. Si te encuentras en la playa, cerca de un río, mar o lago entrégaselas con soplidos, el agua se las llevará muy lejos.
¡Buen ritual!
La Pacha Humitos del Litoral.