Numerosos son los artículos que hemos compartido sobre la importancia de incorporar la meditación y otras técnicas o terapias de relajación a nuestra vida. Ellas facilitan el bienestar físico, mental y emocional a través del trabajo interno. También lo hemos hecho sobre visualizaciones y otros métodos de crecimiento personal y espiritual; si estas en ese camino te animamos a dar un paso más. En este posteo te proponemos que crees un bello y acogedor sitio en tu hogar para realizar estas actividades.
Así como atendemos todos los espacios de la casa para que sean agradables, una buena cama para obtener un buen descanso, sillones, mesas y otros lugares y objetos importantes: lo es también el espacio de meditación. Si has incorporado este hábito o te sientes llamado a hacerlo, te invitamos a que pienses y organices en ese espacio.
Sabemos que para llevar adelante las meditaciones u otros ejercicios, es importante contar con un lugar adecuado, cómodo y donde no haya interrupciones. Las distracciones son muy comunes, hasta que logramos entrenar nuestra mente para permanecer en el aquí y ahora.
Crea tu propio ambiente de meditación
No se necesario un lugar de gran tamaño, por lo general si no contamos con un espacio de poco transito, lo más adecuado es optar por un rincón de nuestro hogar que pueda acogernos en nuestra practica y nos de privacidad. Piensa, elige, crea y organiza esa zona donde te encontraras con tu casa interna.
Elementos a tener en cuenta
¿Qué prefieres, colchonetas, cojines, o alguna silla? Lo importante es que te encuentres cómodo, que todo tu cuerpo pueda relajarse. Se recomienda el contacto con el piso, la tierra, pero esta elección depende de tu comodidad y seguridad para poder adoptar la postura ideal.
Luz: Una luz tenue facilitará tu concentración, una lámpara pequeña, la luz de una vela, o la luz natural que se cuele por una ventana, son una excelente elección.
Música: ¿Prefieres escuchar música o el silencio? Si escoges la música, busca la adecuada para esta actividad. Los sonidos que emiten las fuentes de agua y los caireles son muy recomendables.
Aromas: También los aromas pueden ser una importante compañía durante la realización de los ejercicios, si es que te agrada. El uso de ellos viene de una tradición milenaria donde se utiliza el poder de sanación del aroma de las plantas. Recuerda que todos los olores estimulan el cerebro, elige el más apropiado para ti.
Colores: Cada color emite una vibración que impacta directamente en nuestra percepción. Elige tonos claros, de luz para lograr mayor concentración.
Mantas: Durante la meditación es común sentir frío o calor. Ten a mano alguna manta por si esto ocurre durante el proceso.
Plantas: Escoge alguna planta de tu agrado, ella te acompañará con su energía.
Imágenes u objetos: Elige alguna imagen de tu preferencia, también pueden ser piedras o semillas, arma tu pequeño altar.
Orientación: Sugerimos realizar la meditación de la mañana de cara a la salida del sol para tomar toda su energía. Por la noche hacerlo hacia el poniente, nos preparara para el descanso.
Cada vez que tengas la oportunidad de realizar meditaciones, relajaciones y visualizaciones al aire libre, en pleno contacto con la naturaleza, hazlo, no te pierdas de esa invalorable experiencia.
Piensa que estás creando tu espacio, tu lugar y el momento único donde podrás encontrarte. Hazlo parte de tu casa, él estará allí esperándote. Cada objeto y sobre todo la intención que estas poniendo al disponerlo, es energía. Si lo piensas como un lugar de claridad, sagrado y de iluminación, así será.