Escuchaste hablar de las Caminatas silenciosas o conscientes, en esta nota exploraremos esta práctica sumamente beneficiosa para la salud y te daremos algunas recomendaciones para su desarrollo.
Caminatas Conscientes.
Las caminatas conscientes, también conocidas como “mindful walking”, son una práctica de atención plena que implica caminar con una conciencia deliberada de cada paso y el contacto con el entorno. La misma tiene sus raíces en antiguas prácticas védicas y budistas y se trata de enfocarse completamente en la experiencia del caminar, notando las sensaciones en el cuerpo, la respiración, y los estímulos que se reciben a través de los sentidos.
En la actualidad, las caminatas conscientes, cada vez tiene más aceptación y suma un gran grupo de adeptos dentro de la meditación y el mindfulness.
Si bien el caminar para mejorar la salud venía siendo un hábito adquirido por muchas personas, también lo era acompañar la caminata con móviles y auriculares, quizá para abstraerse del mundo. La Caminata consciente por lo contrario apunta a dejar de lado los estímulos digitales para escuchar y escucharnos, dejando que los pensamientos fluyan libremente, estimulando de este modo una meditación en movimiento.
La caminata silenciosa es una invitación a aquietar el vertiginoso ritmo de la vida diaria, dejando de lado la adicción a los móviles y las pantallas. Nos propone habitar en el aquí y ahora, re conectándonos con la belleza y la paz de la naturaleza. Esta práctica puede ser especialmente conveniente para aquellas personas que viven en entornos urbanos, expuestos continuamente al ruido y al ritmo acelerado de las grandes ciudades. Además es una actividad muy provechosa para desarrollarla en familia. Los niños adoptan con facilidad esta práctica, adquiriendo mayor confianza en sí mismos como en sus capacidades y fortaleciendo los vínculos interpersonales.
Aquí te dejamos algunos elementos clave de las caminatas conscientes.
Presente en cada paso: Presta atención a la sensación de los pies tocando el suelo, el ritmo de la respiración y los movimientos del cuerpo.
Conexión con el entorno: Observa detenidamente el entorno, notando colores, sonidos, olores y texturas. Esto ayuda a conectar más profundamente con el momento presente.
Ritmo pausado: A menudo, las caminatas conscientes se realizan a un ritmo más lento para facilitar la observación y la atención plena.
Respiración consciente: Sincroniza la respiración con los pasos o presta atención a la naturaleza rítmica de la respiración mientras se camina.
Intencionalidad: Antes de comenzar, establece una intención o propósito para la caminata, como cultivar la gratitud, liberar estrés o simplemente estar presente.
Uso en meditación: Aunque caminar es una actividad física, al practicarla conscientemente se convierte en una forma de meditación en movimiento, donde la mente se enfoca, alinea y calma.
Estos son algunos componentes de las caminatas conscientes, pero, si estás dispuesto a comenzar con ellas, simplemente camina, observa sin juicio, déjate fluir; con el tiempo podrás incorporar otros elementos que la componen.
En resumen, las caminatas conscientes pueden ser una práctica poderosa para reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo, y aumentar la conexión con uno mismo y con el mundo natural. Es una forma accesible de meditación que se puede practicar casi en cualquier lugar y a cualquier hora, proporcionando una oportunidad para reconectar con el momento presente y con el propio bienestar físico y mental. Si estás buscando una manera alternativa de meditar, considera incorporar las caminatas silenciosas a tu rutina diaria ¡Solo anímate a comenzar!
Si tienes alguna inquietud, no dudes en escribirnos. ¡Hasta la próxima!
La Pacha Espiritual.