Meditar Cuando Sientes Tensión y Malestar

Vuelves cansado a tu casa luego de una agotadora jornada de trabajo que se extendió más de lo que pensabas. Sientes los músculos tensos, presión en el pecho, y no dejas de repetir mentalmente las experiencias que viviste ese día. Ciertamente no parece un momento adecuado para sentarte a meditar…

No es tu situación física o tu estado mental lo que te impide sentarte, es la expectativa que generas sobre meditar: relajarte y concentrarte se vuelven tus objetivos y al saber que eso rozaría lo imposible, no lo haces.

Por el contrario, estas ocasiones son una GRAN OPORTUNIDAD para conocerte, para aprender a no ser reactivo en la vida ni dejarnos envolver por las emociones que sentimos en el momento.

Haz lo siguiente. Siéntate y no uses ningún reloj o alarma para saber cuando termina tu práctica, sólo lo harás el tiempo que te sientas a gusto, sin presiones, pueden ser 10 minutos, 5, 1, 10 segundos…

Recorre tu cuerpo sintiendo cada músculo y su carga energética, sólo obsérvalo y acéptalo tal como está en ese momento. Intenta ver la zona con un color y forma, en el interior de tu cuerpo, obsérvala en toda su extensión.
Por ejemplo, puedes sentir tensión en la zona del abdomen, lo visualizas de color rojo, notas que se extiende sutilmente por tu pecho y continúa por el cuello y hombros. Toma conciencia de la conexión interna de tu cuerpo, despierta curiosidad por lo que hay.

Agradece a cada órgano y músculo por su protección. No olvides que llegaste a este estado por los pensamientos de “peligro” que vivías. El estrés que mentalmente generas hace que tu cuerpo tome las medidas para asegurar tu supervivencia. En la mayoría de los casos, no hay ningún peligro, sólo tu imagen mental de la situación que la sociedad y sus manías te ha ayudado a crear.

Sigue mentalmente tu respiración, llevándola a la zona de tensión y limpiando a su paso los residuos energéticos del malestar. Deseale gentilmente a la zona que pueda relajarse, y absorber la energía de paz que inhalas desde el universo.

Tu mente te hará pensar que estás perdiendo el tiempo con lo que haces, pero como te decía es un gran ejercicio para afrontar la vida diaria de otra manera. Con la práctica te volverás más consciente de tu estado interno, incluso en el mismo momento que estés teniendo una discusión o inconveniente verás fluir tu energía, y ya no habrá respuestas reactivas, responderás desde el corazón.

Para concluir, si bien realizar ejercicios físicos o tener un corte con tu trabajo y vida diaria antes de meditar te brinda un espacio más adecuado, la práctica en otras condiciones es absolutamente favorable y te prepara para el ambiente cambiante en que vivimos día a día. ¡No dejes pasar la oportunidad de conocerte!

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