Meditación Chamánica – Ceremonias, Ritos y Prácticas

Numerosos son los artículos que hemos compartido sobre meditaciones, en ellos hacemos hincapié en los beneficios que trae su práctica. En este artículo compartiremos los principios de las meditaciones chamánicas e indagaremos sobre la cosmovisión de los pueblos indígenas de donde proviene. 

Las prácticas espirituales de sanación chamánica existen desde tiempos inmemoriales y se han mantenido en el tiempo divulgándose en forma oral. Al asistir a un taller de chamanismo solicitan no anotar sus enseñanzas, ellas tiene que establecerse en la mente a través de la conexión que logres con el todo.

Para el chamanismo el ser humano está íntimamente ligado, mejor dicho pertenece y es inseparable de la naturaleza y de todo lo que lo rodea, lo visible y lo invisible para nuestros ojos.

La manera animista de percibir el mundo de estos pueblos, habla de un alma universal; montañas, cielo, tierra, ríos, mundo vegetal y animal, todo tiene vida y por lo tanto alma.

Más allá de las diferentes creencias y rituales propios de cada cultura todas adhieren al animismo. Se piensa a la tierra como madre ya que ella es nuestra casa y nos provee de alimento y energía. La tierra nos sana y le debemos respeto y cuidado. Y así con el sol, el agua el fuego y el aire. Todo tiene vida y somos uno. Cada decisión que tomamos afecta a todos. 

Esta visión animista permitía un perfecto equilibrio de alma, cuerpo y espíritu, pues activaba el respeto, el amor y el cuidado. Si una persona enfermaba podía significar que había perdido el equilibrio y acudía al chaman sanador de su comunidad. Los chamanes fueron los primeros médicos y farmacéuticos, conocían el poder sanador de las plantas y podían conectarse con lo oculto, 

Las distintas ceremonias y rituales que practicaban estas culturas permitían llegar a una conexión profunda, algunas de ellas son los Temazcales, rituales de agradecimiento y círculos sagrados entre otros. En definitiva, a través de estas prácticas accedían a lo que llamamos meditación. 

Meditación chamánica 

Elige un lugar cómodo y tranquilo para realizar esta meditación, si es al aire libre mejor.

Recuéstate en el piso, presta atención a la comodidad de tu cuerpo y comienza a respirar suavemente, siente como esa respiración entra y sale en tu cuerpo naturalmente.

Percibe los sonidos de la naturaleza, el viento, los pájaros, siente la tierra debajo de ti. Relaja.

Siente como en este espacio cálido y seguro comienza a llover suavemente, percibe el olor a tierra mojada. Siente como el agua entra por tu boca y recorre y limpia tu garganta, tu mente, tus pensamientos, imagina un manantial, claro y suave. Eres aire, eres agua.

Registra como la tierra mezclada con la lluvia comienza a acariciarte, dándote suaves masajes que parten de tus pies y recorren tu cuerpo, todo es tibio y agradable, no hay dolores ni tensiones. Eres tierra. 

Visualiza ahora como la energía del barro en tu cuerpo comienza a convertirse en fuego, un fuego que no quema y se acomoda en tu pecho, en tu corazón. Desde allí esas llamas de color rojo, amarillos y naranjas se expanden hacia todo el universo. Eres fuego, eres amor incondicional y gratitud.

La lluvia se hace ahora más intensa, cálida y comienza a limpiar tu cuerpo. En un baño amoroso de energía y calma y la madre tierra te sostiene en sus brazos. Todos los seres de luz y el espíritu de las plantas te saludan y acompañan. Te relajas aún más, todo es perfecto, no hay nada malo en ti, no hay juicios. Quédate así disfrutando de esa paz y liviandad. 

Lentamente puedes comenzar a abrir los ojos y mover tu cuerpo. Estás en perfecta armonía con el universo.

Puedes volver a este lugar cuando lo desees

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