¿Sabías que para varios pueblos originarios de América el tabaco era y sigue siendo una planta maestra? El nombre respetuoso por el que la llamaban era “Abuelo tabaco,” por considerarlo sabio como a todas las personas de edad adulta. Él era conocedor de todos los secretos de la vida y poseía un inmenso poder de sanación.
En este artículo haremos un recorrido por la historia de esta planta sagrada y su uso como medicina.
El Tabaco (Nicotiana tabacum) es una planta originaria del continente americano, más precisamente del altiplano andino. Esta era utilizada por los antiguos pobladores como medicina para la cura de varias enfermedades, ya que le atribuían poderes especiales y sagrados. Además de haber sido usada para curar, resfríos, rinitis, migrañas, dolores de muelas y otras molestias del cuerpo; el tabaco tenía la propiedad de aportar claridad de pensamientos, equilibrio y paz, al permitirnos conectar con el Gran Misterio, Dios y guías celestiales a través de su humo.
El uso del tabaco no procesado y sin ningún tipo de aditivos químicos ha sido utilizado durante siglos para sanar el cuerpo y el alma. En América con la llegada de los europeos es que se desvirtúa su uso, ya que vieron en esta planta un excelente producto para el comercio, apareciendo lo que hoy son las grandes industrias tabacaleras. Lo cierto es que para la fabricación de cigarrillos no se utiliza solamente tabaco, sino que participan un sinfín de aditivos químicos que hacen que el producto sea perjudicial para la salud. De ahí la estigmatización de esta planta.
En relación al uso del tabaco como medicina, es importante destacar que cuando se fumaba una pipa de tabaco, no se llevaba el humo a los pulmones, simplemente se lo mantenía en la boca y se soltaba para elevar los pedidos y las intenciones.
Ceremonias ancestrales: uso del tabaco
Es importante destacar que para la cosmovisión animista y de unidad de estas culturas, todo tenía vida y espíritu y todo estaba unido y en equilibrio. El desequilibrio traía dolor y era necesario volver a la fuente. Las costumbres, rituales y medicinas que practicaban estos pueblos fueron transmitidos oralmente, y gracias al respeto y cuidado de sus descendientes podemos conocer y sanar con sus medicinas.
El abuelo Tabaco, como se lo llamaba en reconocimientos a sus poderes y virtudes, permitía a través de su humo conectar con el Gran Espíritu, con las fuerzas creadoras de la naturaleza. Él limpiaba nuestros ojos, manos, boca, oídos o sea el cuerpo físico y elevaba el espíritu o cuerpo sutil hacia un viaje reparador y de autoconocimiento.
En los círculos de sanación, se lo fumaba en una pipa sagrada, envuelto en sus propias hojas o en una chala de maíz que representaba a la Madre Tierra, al prepararlo ( se cortaba el tabaco con las manos) y se iban rezando pedidos e intenciones, a este preparado se le llama tabaco rezado. Una vez armada la pipa o cigarro y el tabaquito se iba pasando entre los participantes y cada uno tenía su momento para hablar, conectar y ser escuchado.
Esta ceremonia permitía elevar los rezos y era también un momento de escucha y respeto por la palabra del otro. Era el instante de agradecer, pedir e intencionar en total conexión con todos los seres de la naturaleza y sus guardianes. Y donde se recibía el mensaje necesitado..
Estos círculos eran sumamente importantes ya que la palabra sana y al compartirla y recibir la escucha del otro era mayormente sanador. Fumar la pipa en círculo aportaba los beneficios de lo que hoy llamamos terapias grupales.
Era tradición y no podía faltar en ceremonias o ruedas de medicina, las fogatas, preparar al abuelo fuego para que acompañe en los pedidos y entre cantos y danzas, ofrecerle tabaco, potenciaba el momento de meditación y conexión.
Los pasos que se seguían en la preparación de los rituales creaban una atmósfera de respeto, amor y confianza que disponían a estar presentes en el aquí y ahora. Él Tabaco también era utilizado como ofrenda a los elementos de la naturaleza, si se cortaba parte de un árbol como por ejemplo para construir un temazcal, se ofrecía tabaquito en agradecimiento y dentro de la ceremonia temazcalera se solía fumar la pipa consagrada como parte de la medicina.
Sahumado
El sahumado con tabaco era otra de las costumbres de estas culturas, se procedía a armar un ramo con tabaco y distintas hierbas, como salvia blanca, artemisa y laurel. Estas podían variar según el propósito de la limpia, una vez secas, se encendía el ramo y se utilizaba para limpiar casas y personas de bajas energías.
Para la medicina chamánica el tabaco era una planta maestra, macerado, fumado, en cataplasmas, pomadas, molido (rapé) y en múltiples formas.
Estas costumbres siguen arraigadas y vigentes en muchas comunidades americanas.
Cultivar tabaco
La planta de tabaco es realmente hermosa y no requiere mayores cuidados. Nacen de pequeñísimas semillas. Sus hojas son grandes y alargadas. Sus flores tienen forma de campanas de colores, pueden ser rosas, amarillas o blancas según su variedad, nacen en forma de ramilletes y atraen mariposas, colibríes y otros insectos que intervienen en la polinización.
Cultivar una planta de tabaco en tu jardín te aportará protección y belleza.