Seguramente has leído sobre la Tradición de la Diosa, feminismo, espiritualidad y círculos de mujeres. En esta nota haremos un breve recorrido por su origen y evolución.
El “Movimiento de la Diosa” es un movimiento político, social y cultural que tuvo lugar junto con la segunda ola feminista en la década del 70, principalmente en Europa Occidental, América del Norte, Nueva Zelanda y Australia. Esta corriente espiritual contemporánea que surgió como parte de las diversas tradiciones neo paganas venera lo femenino, la figura de la Diosa y los aspectos místicos asociados a lo femenino divino.
Origen
La devoción a la Diosa existe según investigaciones y documentos históricos, mucho antes que las religiones impuestas por el patriarcado, ponemos a consideración la investigación arqueológica de Maija Gimbutas: (Arqueóloga, historiadora, antropóloga, de formación científica interdisciplinaria), quien con su equipo llevó adelante una serie de excavaciones en Europa encontrando evidencias arqueológicas de la Civilización de la Diosa, que datan de entre el 6500 y el 3500 A.C, donde hombres y mujeres creían en una madre en común, la Gran Diosa. En esta civilización no había jerarquía de sexos, conformándose como una sociedad pacífica, sin armas, dedicada al comercio, la agricultura y la religión. En las excavaciones se encontraron diversos objetos rituales, numerosas estatuillas que representaban a una mujer (La Diosa) y utensilios para elaborar y servir alimentos de los cuales atendiendo a su decoración y formas, presentan una cosmovisión sagrada asociada a la mujer, la naturaleza, los ciclos de la luna y a la Diosa creadora y sustentadora de vida y sus arquetipos.
El Movimiento de la Diosa tiene sus raíces entonces en la revalorización de las deidades femeninas antiguas y mitologías que fueron marginadas o demonizadas por religiones patriarcales dominantes a lo largo de la historia.
Durante los años 70, en el contexto de la segunda ola del feminismo, fue que muchas mujeres comenzaron a buscar una espiritualidad que reflejaran valores como la igualdad de género, el respeto por la naturaleza y la sacralidad del cuerpo femenino. Agobiadas de sometimientos, este movimiento propone y reclama romper con el tabú de la sexualidad femenina, con la idea materno familiar de lo femenino, exige educación igualitaria y la equidad de todos los derechos que la sociedad patriarcal les venía negando. Toman también a deidades femeninas de distintas culturas reencontrando en ellas la dimensión sagrada de los derechos de las mujeres y la hermandad entre ellas.
Evolución
Desde su origen, el Movimiento de la Diosa ha evolucionado incorporando diversas prácticas y creencias. No se limita a una sola tradición religiosa, sino que es bastante ecléctico, abarcando elementos de Wicca, chamanismo, brujería y otras prácticas esotéricas. Los seguidores del movimiento a menudo celebran rituales que coinciden con las fases de la luna, los equinoccios y los solsticios, enfatizando la conexión con los ciclos naturales de la Tierra.
Además, este movimiento ha influido en áreas como la ecología, el feminismo, y el arte, promoviendo una visión del mundo centrada en la vida y la sustentabilidad. A medida que ha crecido, también ha sido objeto de críticas y debates dentro de las comunidades religiosas y académicas, especialmente en torno a sus interpretaciones históricas y su práctica en la vida moderna.
Figuras emblemáticas del Movimiento de la Diosa en los años setenta: Zsuzsanna Budapest y Miriam Simos.
Zsuzsanna Budapest y Miriam Simos, más conocida por su nombre pagano Starhawk, son dos figuras clave en el desarrollo y la popularización del Movimiento de la Diosa. Ambas han hecho contribuciones significativas a través de sus escritos y su activismo, enfocándose en la espiritualidad feminista y la brujería moderna.
Zsuzsanna Budapest
Zsuzsanna Budapest nació en Budapest, Hungría, y emigró a los Estados Unidos en la década de 1950. Ella es una de las fundadoras del feminismo de la brujería y del Movimiento de la Diosa. En 1975, Budapest fundó la “Hermandad de la Luna Nueva” en Los Ángeles, una de las primeras covens (asambleas de brujas) feministas del país, que celebraba rituales exclusivamente para mujeres y centrados en la Diosa.
Budapest es también conocida por sus libros, como “The Holy Book of Women’s Mysteries” (1976), que es considerado un texto fundamental en el feminismo. Este libro y otros escritos de Budapest ofrecen guías sobre cómo practicar rituales, celebrar festividades paganas y integrar la espiritualidad de la Diosa en la vida diaria. Ella ha sido una figura polarizadora, especialmente por su insistencia en prácticas solo para mujeres, lo que ha generado debates dentro de la comunidad pagana sobre la inclusión y la identidad de género.
Miriam Simos (Starhawk)
Starhawk nació en Estados Unidos y es una activista, ecologista y escritora prolífica cuya obra ha tenido una influencia considerable tanto dentro como fuera del Movimiento de la Diosa. Su libro más conocido, ” The Spiral Dance: A Rebirth of the Ancient Religion of the Great Goddess” (1979), ha sido un manual básico para muchos en el campo de la brujería moderna y el neo paganismo. El libro combina teoría, práctica y poesía para explorar la reverencia hacia la Diosa y el uso de la magia ritual.
Starhawk ha enseñado y promovido la permacultura y los principios de diseño ecológico, aplicando las ideas de interconexión y sostenibilidad tanto en el medio ambiente como en las comunidades humanas. Su trabajo ha contribuido al desarrollo del concepto de “espiritualidad eco feminista”, que liga la salud de la Tierra con la sanación y liberación de las mujeres y otras personas oprimidas.
Tanto Budapest como Starhawk han sido fundamentales en moldear la percepción contemporánea de la espiritualidad de la Diosa y en establecer comunidades que practican rituales basados en el respeto a lo femenino y lo natural. Dedicándose a la formación y creación de círculos de mujeres donde se trabajaba la espiritualidad, la magia, los derechos de las mujeres y el despertar de los dones y poderes que cada una de ellas tiene.
Aunque cada una de estas escritoras tiene un enfoque ligeramente diferente, sus enseñanzas y escritos han facilitado un marco para que las mujeres (y otros géneros) encuentren poder y espiritualidad en sus propias vidas en conexión con el mundo natural. Ambas continúan siendo figuras influyentes en el Movimiento de la Diosa y más allá, inspirando a nuevas generaciones de practicantes y activistas.
En conclusión, fue y es a través de encuentros, talleres y asambleas que este movimiento político espiritual y cultural se conforma, sin jerarquías ni estructuras. Toda mujer podía convocar a otras y formar un grupo donde se trabajasen y promoviesen los pensamientos fundacionales de este movimiento.
El Movimiento de la Diosa continúa siendo una presencia influyente en muchas comunidades espirituales y culturales, adaptándose y cambiando con los tiempos para abordar los problemas contemporáneos relacionados con el género, la espiritualidad y el medio ambiente. El símbolo de la Diosa es visto como un instrumento de cambio de conciencia individual y colectivo y potenciador de lazos entre mujeres, siendo expresado en la sororidad.
Esperamos que esta nota haya sido de tu interés, si tienes alguna consulta no dudes en escribirnos. ¡Hasta la próxima!
La Pacha Espiritual.