¿Sabes qué son Las Terapias de tercera generación? Estas son un conjunto de enfoques terapéuticos y se caracterizan por poner el foco no solo en cambiar los pensamientos o conductas problemáticas, sino en cambiar la relación que la persona tiene con ellos. A continuacion desarrollaremos este tema en pofundidad.
Terapias de Tercera Generación.
Se trata de un conjunto de enfoques terapéuticos que se desarrollaron como una evolución de las terapias cognitivo-conductuales (TCC) tradicionales a partir de 1980 aproximadamente, aunque no hay una fecha exacta de su aparición,
Las TCC tradicionales.
Se centraban principalmente en la modificación de los pensamientos y comportamientos disfuncionales para tratar diversos trastornos psicológicos. Sin embargo, con el tiempo, los terapeutas y académicos comenzaron a notar ciertas limitaciones en este enfoque, como la dificultad para lograr cambios duraderos o la falta de atención a aspectos más profundos de la experiencia humana.
A medida que se acumulaban nuevas investigaciones y conocimientos en áreas como la aceptación, la atención plena y la valoración de los valores personales. Surgieron enfoques terapéuticos que integraban estos elementos en el tratamiento.
Terapias de Tercera Generación. consolidacion y particularidades.
Se considera que las terapias de tercera generación se consolidaron como una categoría distintiva en la década de 1990, aunque desde entonces han continuado desarrollándose y refinando.
Estas terapias se centran en ayudar a las personas a desarrollar una mayor conciencia de sus pensamientos, emociones y comportamientos, y a aprender a relacionarse de manera más flexible y efectiva con ellos.
A diferencia de las terapias anteriores, las terapias de tercera generación no se centran únicamente en cambiar los contenidos específicos de los pensamientos o en eliminar los síntomas problemáticos. En cambio, se enfocan en desarrollar habilidades psicológicas más generales, como la aceptación, la atención plena (Mindfulness) y la claridad de los valores personales. Estas habilidades se consideran fundamentales para promover el bienestar emocional y la capacidad de adaptación en diferentes contextos de la vida.
Algunas Terapias de Tercera Generación.
Terapia de Aceptación y Compromiso
(ACT, por sus siglas en inglés): se centra en ayudar a las personas a aceptar sus pensamientos y emociones difíciles, y comprometerse en acciones que sean coherentes con sus valores personales.
Terapia de Conducta Dialéctica:
Originalmente diseñada para tratar el trastorno límite de la personalidad, combina estrategias de cambio conductual con técnicas de aceptación y mindfulness.
Terapia de Activación Conductual:
Se centra en ayudar a las personas a identificar y comprometerse en actividades significativas y gratificantes para superar la depresión y otras dificultades emocionales.
Estas terapias de tercera generación han demostrado ser efectivas en una variedad de problemas psicológicos, como la ansiedad, la depresión, los trastornos de alimentación y el estrés. Su enfoque en el desarrollo de habilidades y la promoción del bienestar general las convierte en un enfoque terapéutico valioso en el campo de la salud mental.
Terapia de Aceptación y Compromiso: principios clave.
Aceptación:
La ACT enfatiza la importancia de aceptar las experiencias internas, como los pensamientos, las emociones y las sensaciones físicas, en lugar de luchar contra ellas o tratar de eliminarlas. Se trata de permitir que estas experiencias estén presentes sin tratar de controlarlas o evitarlas.
Defusión cognitiva:
La defusión cognitiva implica distanciarse y observar los pensamientos y creencias, en lugar de fusionarse o identificarse completamente con ellos. Se busca desarrollar una relación más flexible con los pensamientos, reconociéndolos como eventos mentales y no como verdades absolutas.
Contacto con el momento presente:
La ACT enfatiza la importancia de estar plenamente presente en el momento actual, en lugar de quedarse atrapado en el pasado o preocuparse por el futuro. Se utiliza la práctica de la atención plena (Mindfulness) para aumentar la conciencia y la conexión con la experiencia presente.
El yo observador o el yo trascendental:
La ACT reconoce la capacidad de las personas para observar y ser conscientes de sí mismas desde una perspectiva más amplia. Se busca cultivar un sentido de sí mismo más allá de las etiquetas y roles auto impuestos, conectándose con los valores personales y viviendo de acuerdo con ellos.
Compromiso con los valores:
La ACT resalta la importancia de identificar y comprometerse en acciones que estén alineadas con los valores personales significativos. Se trata de vivir una vida coherente con lo que es importante para cada individuo, incluso cuando enfrentan dificultades o malestar emocional.
Acción comprometida:
La ACT fomenta la toma de medidas y el compromiso con comportamientos que promuevan el bienestar y acerquen a las personas a sus metas y valores. Se busca superar las barreras internas y externas que pueden obstaculizar la toma de acciones significativas.
Estos son solo algunos de los principios fundamentales de la Terapia de Aceptación y Compromiso, que se basa en la apropiación, aplicación y práctica de estos principios por parte de los pacientes, para ayudar a desarrollar una mayor flexibilidad psicológica y a vivir una vida más plena y significativa.
Conclusión.
Hoy en día, las terapias de tercera generación, como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), la Terapia de Conducta Dialéctica (DBT) y la Terapia de Activación Conductual (BA), son ampliamente utilizadas en el campo de la psicología y la salud mental. Se consideran enfoques eficaces para una variedad de trastornos y problemas emocionales.
Esperamos que esta nota haya sido de tu interés.¡Hasta la próxima!
Enlace sugerido: Victimismo y Biodescodificación: Patrón que podemos cambiar. — La Pacha Espiritual