Remedios Caseros de las Abuelas: Sabiduría Ancestral al alcance de todos.

Seguramente te dieron a probar algún remedio casero heredado de las abuelas de la familia, té de manzanilla para el dolor de estómago, vapor para aliviar las vías respiratorias o leche tibia con miel para conciliar el sueño. En esta nota te contaremos sobre estos preparados  y otras costumbres familiares para calmar síntomas y enfermedades. 

Las Abuelas, en muchas culturas muy respetadas y consideradas sabias por su conocimiento acumulado a lo largo de los años; cuentan con una vasta colección de remedios caseros tradicionales que han sido transmitidos de generación en generación. Estos remedios se utilizan aún hoy para aliviar distintos síntomas y enfermedades. Elaborados con diferentes elementos naturales y simple preparación, forman parte en los hogares del botiquín heredado de las abuelas. A continuación te dejamos algunos de los más conocidos.

Remedios caseros de las Abuelas.

Remedios para el resfriado y la gripe.

Té de miel y limón: Una mezcla de miel, jugo de limón y agua caliente para aliviar la garganta y reducir la tos.

Vapor de eucalipto: Hervir hojas de eucalipto y respirar el vapor para despejar las vías respiratorias.

Sopa de pollo: Un clásico reconfortante que ayuda a hidratar y proporciona nutrientes esenciales.

Agua: Beber mucha agua ayudará a expulsar el moco.

Agua de remolacha: Cortar en rodajas una remolacha, colocarla en un recipiente  y agregar tres cucharadas de azúcar, dejar macerar por varias horas, preferiblemente toda la noche. Beber el líquido conseguido a modo de jarabe. 

Remedios para el dolor de estómago y constipación. 

Infusión de manzanilla: La manzanilla es conocida por sus propiedades calmantes y puede aliviar el dolor y la indigestión.

Té de jengibre: El jengibre ayuda a reducir las náuseas y promueve la digestión.

Agua con bicarbonato: Una cucharadita de bicarbonato de sodio en un vaso de agua puede aliviar la acidez estomacal.

Ciruela pasa: Colocar cinco ciruelas pasas con medio litro de agua, hervir 5 minutos y beber la infusión fría o caliente. También puedes comer las ciruelas hervidas. 

T é de Paico: Para aliviar empachos, atracones y dolores menstruales, nada mejor que esta preparación; colocar hojas de paico  en una taza, verter sobre ellas agua hervida, dejar reposar de 5 a 10 minutos y beber. El paico tiene propiedades antiespasmódicas y carminativas, disminuye la acumulación de gases y alivia los cólicos.

Remedios para el dolor de cabeza.

Compresas frías: Aplicar una compresa fría en la frente puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor.

Té de menta: La menta tiene propiedades analgésicas que pueden ayudar a calmar un dolor de cabeza.

Masajes en las sienes: Masajear las sienes con aceite de lavanda o de menta.

Remedios para el insomnio.

Leche caliente con miel: Un vaso de leche caliente con una cucharada de miel antes de dormir puede inducir el sueño.

Infusión de valeriana: La valeriana es una hierba que se usa tradicionalmente para tratar el insomnio y promover la relajación.

Baño caliente: Un baño caliente con unas gotas de aceite de lavanda antes de acostarse puede relajar el cuerpo y prepararlo para el sueño.

Té de tilo: Beber una taza de té de tilo favorecerá a tener un buen descanso.

Remedios para la piel.

Aloe vera: Aplicar gel de aloe vera directamente sobre quemaduras, cortes o irritaciones para promover la cicatrización.

Mascarilla de avena y miel: Para calmar la piel irritada y proporcionar hidratación.

Aceite de coco: Utilizado como hidratante para la piel seca y para tratar condiciones como el eczema.

Rodajas de pepino: Para pieles expuestas al sol, aplicar rodajas de pepino y dejar actuar al menos 15 minutos.

Pasas de uva o pan mojado con leche: Para madurar granos o espinillas las abuelas recomendaban; colocar sobre el grano una pasa de uva abierta o un poco de pan remojado con leche, adherirlo con un apósito y dejarlo varias horas, repitiendo la operación hasta que madure.

Remedios para el dolor de garganta.

Gárgaras de agua con sal: Hacer gárgaras con agua tibia y sal varias veces al día.

Miel con jengibre: Mezclar miel con jengibre rallado para aliviar el dolor y reducir la inflamación.

Té de tomillo: El tomillo tiene propiedades antibacterianas y puede ayudar a calmar una garganta irritada.

Pañuelo de seda: Envolver cuello y garganta con un pañuelo traerá alivio. 

Estos son solo algunos de los remedios caseros más populares por su eficacia y por ser naturales. Es necesario destacar que siempre es recomendable consultar a un médico antes de utilizar cualquier tipo de medicación. Los remedios caseros son una opción muy ventajosa, pero debemos estar seguros de las propiedades de la planta a utilizar para que no produzca malos efectos en nuestro organismo. 

Esperamos que esta nota haya sido de tu agrado. ¿Conoces algún otro remedio casero? Cuéntanos en los comentarios! ¡Hasta la próxima!

La Pacha Espiritual.

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