¿Qué es la Autoestima?

Hoy hablaremos sobre la Autoestima, y su importancia en el  desarrollo integral de las personas.  

Comenzaremos buscando el origen etimológico de la palabra estima, ya que creemos muy importante averiguar la carga que traen las palabras, sus significados, sinónimos y antónimos. Este es un modo eficaz para comenzar a trabajar conflictos y comprenderlos.  

Este término estima proviene del latín (aestimare)  y puede traducirse como apreciar o juzgar, sinónimos de esta palabra pueden ser afecto o consideración entre otras, tiene que ver con la carga positiva que le otorgamos a las personas o cosas. Y sus antónimos desprecio u odio; pueden probar pensar en estas palabras y percibir en su cuerpo la vibración que traen las mismas.  

La palabra (autoestima) por lo tanto sería la valoración perceptiva de nosotros mismos, un conjunto de percepciones, sentimientos y pensamientos  que tenemos de nosotros. 

Es la manera en que nos evaluamos y a esto lo vamos construyendo a partir de nuestras experiencias, en este proceso actúan todas nuestras creencias y la mirada del otro.

La niñez y la adolescencia son etapas muy importantes, es donde se forma entre otras cosas nuestra autoestima y tiene que ver principalmente con lo que nos decía nuestra madre, nuestro padre y quienes nos rodeaban. ¿Cuál es el mote que nos resuena cuando piensas en esto? (eres linda, gorda, flaca, vaga, mala, buena, capaz, inteligente, incapaz) esto es lo que va calando, vamos incorporando y haciendo propio. Con esta base y sumando lo que vamos experimentando a lo largo de nuestra vida se conforma la autoestima, este constructo psicológico no es rígido ni estático varía  y se modifica con el tiempo. 

Componentes de la autoestima 

Son muchas las teorías sobre la composición la autoestima, pero la comunidad científica se ha puesto mayormente de acuerdo en que contiene tres elementos básicos estos son: el cognitivo, el emocional y el conductual. 

. Cognitivo: Es el conocimiento que tenemos de nosotros mismos, el  proceso  que hacemos con esa información la cual obtenemos a través de nuestros sentidos (pensamientos, creencias, ideas) Creando de este modo una autoimagen de nosotros mismos.

. Emocional: El componente afectivo, se trata de las valoraciones que hacemos de nosotros mismos; de la carga emocional y el estado de ánimo que provoca lo cognitivo con respecto al Yo. 

. Conductual: El componente conductual se refiere a lo que decimos y hacemos según  lo cognitivo y emocional que tengamos incorporado.

 Es el más visible, se puede observar en la manera que actúan y se relacionan las personas y esto ocurre de acuerdo a la aceptación y valoración de sí mismas.

Los tres componentes de la autoestima no están separados y como ya dijimos no son estáticos, están interrelacionados y van cambiando mediante  las experiencias de vida.  

La importancia de la autoimagen. 

La autoimagen refiere a cómo me veo, a la representación mental que tenemos de nosotros mismos tanto externa como internamente. O sea, cómo vemos nuestro cuerpo y nuestra forma de relacionarnos. Esta puede ser positiva o negativa. 

Muchos terapeutas ponen énfasis en primer lugar en la aceptación del cuerpo, de nuestra imagen, en cómo nos vemos y con los ojos de quien. En cómo está conformado este espejo interno y desde donde; ya que lo trasladamos cuando nos miramos en un espejo real. 

Partiendo de la Neurociencia se centran en cómo procesa la información nuestro cerebro a través de los cinco sentidos y cómo la interpretamos a través de nuestra historia de vida creando una narrativa. Esa narrativa, dicen, es cierta, pero no la única que podemos contar y los profesionales se basan en ello para romperla en terapia y ayudar a crear nuevas ideas, imágenes y emociones en las personas.

 Por ejemplo proponiéndole al paciente que piense y escriba sus logros, sus buenos momentos, sus fortalezas.

Es un modo de cambiar la historia que  nos contamos, actualizar datos y deshacerse de viejas creencias y patrones.  

Ejercicio para la Autoestima

Fortalecer la confianza en uno mismo.

Hacer conscientes nuestras debilidades y fortalezas.

Trabajar en una visión positiva.

No compararse, somos seres únicos. 

Conocerse uno mismo, auto indagarse. 

Cuidar el diálogo interno.

Respetarnos, amarnos, tratarnos bien.

Conectarnos con nuestro cuerpo físico y nuestra mente.

No juzgarse ni etiquetarse. 

Si sientes que no tienes buen nivel de autoestima no dudes en acudir a un profesional, podrás liberarte de ideas negativas y conseguir el bienestar físico y emocional que toda persona merece.

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