¡Cinco pasos para tener una vida minimalista, libérate!

Desde hace varios años la frase “Menos es más” se utiliza con asiduidad, ¿Pero qué significa y de donde proviene?

Esta expresión se le atribuye al arquitecto y diseñador (germano- estadounidense) Ludwig Mies van der Rohen, cumplidamente reconocido como precursor de la arquitectura moderna y del minimalismo. El movimiento Minimalista es el que utilizó la frase “menos es más”, que como ya dijimos procede de la arquitectura pero desde sus inicios se comenzó a utilizar en varias ramas del arte como la literatura, pintura, escultura y otras. 

Mies van der Rohen buscó crear una arquitectura simple, luminosa y ordenada; en la cual se pudiese transitar sin tropezar con elementos y objetos que no fuesen necesarios para brindar comodidad. El despojo, los materiales utilizados y la ausencia de decoraciones superfluas aportarían a la tranquilidad visual. 

A menudo en este espacio compartimos rituales, acciones que podemos realizar en nuestros lugares para que la energía circule, no quede estancada. 

En una sociedad consumista es común acumular, comprar sin pensar si vamos a utilizar esos objetos. También las personas solemos guardar o mejor dicho depositar en algunos lugares de la casa objetos que tendrían un valor sentimental y por lo general están llenos de polvo y ocupan un espacio preciado. ¿Realmente los necesitamos, los disfrutamos? 

A continuación te brindamos algunos pasos para pensarlos y hacerlos a conciencia y precisamente lograr liberarte de esas cosas materiales. Estas te impiden tener un orden y afectan directamente en todos los planos de tu vida, imposibilitando lograr desapego y ser libres y cada vez más livianos.

  Cinco pasos para llevar una vida minimalista. 

  1. Comienza de a poco… pensando para asimilar el concepto, imaginando una vida más simple, sin tantas cosas para limpiar, en más espacio para disfrutar. Aborda esta tarea de a poco conscientemente, recorriendo tus espacios con calma, no quieras hacerlo todo en un día. 
  2. ¿El dormitorio, es cómodo, tu mesa de luz, tus cajones, tu placard… Tienes esa ropa guardada por las dudas…? Por las dudas bajo de peso, por las dudas las necesito o vuelve la moda…zapatos, sacos, pantalones, remeras… 

Encuentras cosas de tus hijos, recuerdos, ropa que usaban cuando tenían horas ¿Es necesario que guardes todo? ¿Te beneficia y lo disfrutas? ¿Los cajones de tu mesa de luz, están llenos de papeles, facturas, fotos, elementos electrónicos que no usas? Revisa, ordena, quédate con lo que necesitas, los recuerdos y el amor, no están en los objetos sino en el corazón. 

  1. ¡La cocina! ¿Ollas, sartenes, exceso de platos, electrodomésticos rotos o que no usamos? Cuántos de esos elementos son útiles a diario, los disfrutamos. ¿Has atiborrado tus muebles, mesadas y otros lugares con cosas que solo juntan polvo y ocupan espacio? Observa cada lugar de tu casa. 
  2. Analiza si eres un comprador compulsivo o no tanto, piensa si lo que compras lo haces porque lo necesitas, para seguir un modelo social o para llenar algún vacío… Muchas personas dicen que van de compras para distraerse… Repasa y asimila.
  3. Después de hacer un análisis consciente de lo dicho, acciona, de a poco, con calma, no estás tirando nada, solo ordenándote por fuera para estar más liviano también por dentro. Cuando lo hagas tendrás más tiempo para disfrutar, una vida más plena tanto espiritual como económicamente. Te sorprenderás si pones a la venta los objetos que ya no precisas, entrará más dinero a tu vida, si decides donarlos también te beneficiarás con gran satisfacción.

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