Camino para despertar la conciencia y soltar lo que nos inquieta.

Soltar, soltar, palabra muy usada y que también forma parte de una frase dicha muchas veces con sorna “Como si fuera tan fácil”.

Claro que no es tarea fácil soltar si estamos apegados al ego. El ego repite una y otra vez quiero, necesito, preciso ese algo externo, a lo cual le da un valor agregado, sumándole expectativas que solo existen en nuestros pensamientos, en nuestra mente. Vivir en ansiedad en cuerpos tensos e inquietos, deseando, añorando, sintiendo incompletitud es el modo de vida de muchas personas.

¿Pero realmente necesitamos eso que nos inquieta?  ¿Sirve, vale? Hay una frase que no me gusta para nada, pero que en esta ocasión la usare ¿Vale la pena? Piensa…

¿Estamos viviendo y disfrutando o sólo estamos deseando, sobreviviendo, esperando…? Nos ponemos cargas y también se las depositamos a los demás haciéndoles la vida pesada, debemos empoderarnos con la valentía de vivir en responsabilidad, dejar, comprender y asumir quien soy es fundamental para continuar evolucionando.

Despertar la conciencia

El despertar nuestra conciencia es un proceso que nos permitirá  tener una vida diferente, con otro entendimiento. El despertar de la conciencia no se compra, no viene en un paquete, es un camino de conocimiento que debemos realizar nosotros mismos. La meditación, el contacto con la naturaleza son algunas herramientas que nos pueden ayudar a recorrer este camino. Alejarnos del ruido, practicar el silencio harán que mente y cuerpo comiencen de a poco a entrar en un estado de entendimiento  que nos devolverá  lo que realmente somos… Puro amor y luz.

Al realizar esta experiencia de conciencia podremos entender que somos parte de algo mucho más grande, somos parte de esa fuente de energía  que es el universo.  El temor y el miedo, ese miedo desde donde nos paramos muchas veces y que proviene del ego desaparecerá lentamente.

Todos tenemos y arrastramos situaciones, momentos del pasado que nos dañaron, despertar nos ayudará a darnos cuenta que ya pasaron, que es innecesario vivir con ellas, saquemos un aprendizaje de ellas y dejémoslas ir, soltemos.

En el proceso de despertar podemos imaginar mientras meditamos, que quitamos capas, como las de la cebolla, finas pieles que nos componen, tenemos que observarlas una a una y quitarlas, sacar lo que ya  no sirve,  juicios, creencias y veremos esas capas de manera diferente al resignificarlas y darles una nueva comprensión en el presente. Con el tiempo observaremos que todo lo que necesitamos lo tenemos dentro. Si estamos en paz con nosotros mismos el amor fluirá.

El viaje del despertar de nuestra conciencia es sanación, es un camino de ida que requiere trabajo, entrenamiento, humildad y revisión constante. El ego siempre aparecerá y debemos estar atentos para reconocerlo, entenderlo y seguir con nuestro camino. 

Si entiendes este proceso desde el amor y la humildad, progresivamente conseguirás el tan anhelado soltar, liberando tu mente, tu cuerpo y tu entorno de la energía baja que provoca el miedo. Poco a poco te liberarás de los traumas del pasado, la ansiedad del futuro y reconocerás en ti una recarga espiritual, un impulso hacia la totalidad de la cual siempre fuiste parte pero lo habías olvidado, estabas dormido.

Vivir a conciencia te permitirá tener una experiencia más sana y feliz en este plano. Conectar con otras personas y con todo lo que te rodea desde el agradecimiento, el amor y la aceptación es posible. Todos podemos hacerlo porque es parte de nuestro estado original, solo se trata de reencontrarnos.

Nada sucede porque sí, no existe alguien arriba que nos envía experiencias que no deseamos y solo nos queda aceptarlo, si pensamos de esta manera nos convertiremos en víctimas. Nosotros somos parte del todo, pertenecemos y formamos parte del macro universo. Somos una extensión, por lo tanto somos responsables de lo que ocurre con nuestras emociones. Soy responsable de lo que elijo y tengo poder.  

Comienza hoy, aléjate del ruido, meditar no es difícil, ve de a poco, solo atiende a tu respiración, hazte un momento para escucharte y encontrarte. Cuanto más compromiso tomemos con este trabajo de sanación más pronto nos reconectaremos con la conciencia de que somos luz y que llevamos todo dentro.

Comienza, aprende, suelta y divúlgalo para que cada vez seamos más personas vibrando desde la responsabilidad y el amor infinito.