¿Conocías el término alimentación consciente? En este artículo te contaremos de qué se trata y cómo puedes incorporarla en tu vida.
La alimentación consciente, también conocida como “mindful eating” tiene sus raíces en la atención plena, una práctica budista milenaria que se basa en estar presente en el momento actual y en cultivar una conciencia plena en todas las experiencias de la vida.
En la década de 1970, Jon Kabat Zinn (EE.UU) adaptó los principios de la atención plena a un programa secular llamado (Reducción del estrés, basado en la atención plena) que incluía la atención plena aplicada a la alimentación. Este programa consiste en estar presentes en el momento de comer, sin distracciones y en sintonía con las sensaciones físicas y emocionales relacionadas con la alimentación. Prestar atención plena y consciente a los alimentos que consumimos llevaría, entre otras cosas, a ver cuál es la relación que tiene cada persona con la comida.
Esta práctica implica una serie de principios y modos que fomentan una mayor conciencia en los alimentos que elegimos, cómo los comemos y cómo nos afecta su ingesta.
Algunos de los aspectos claves de la alimentación consciente.
1. Atención plena: Se trata de prestar atención consciente a cada bocado que comemos, saboreando y disfrutando de la comida en el momento presente. Esto implica estar presentes y no distraernos con la televisión, el teléfono u otras distracciones.
2. Escucha a tu cuerpo: La alimentación consciente nos invita a sintonizar con las señales internas de nuestro cuerpo, como el hambre y la saciedad. Aprender a reconocer cuándo tenemos hambre y cuándo estamos satisfechos nos ayuda a evitar comer en exceso o comer por razones emocionales.
3. Disfrutar de la comida: En lugar de comer de manera automática y sin pensar, la alimentación consciente nos anima a saborear y apreciar los alimentos. Se trata de prestar atención a los sabores, texturas, colores y aromas de los alimentos; y encontrar placer en cada bocado.
4. Conciencia de la elección de alimentos: también incluye tomar decisiones sobre los alimentos que elegimos comer. Esto involucra ser conscientes de la calidad de los alimentos, su origen y los efectos que tienen en nuestro cuerpo y bienestar general.
5. Cultivar una relación saludable con la comida: La alimentación consciente busca promover una relación sana con la comida, liberándonos de la culpa y el juicio asociados con la alimentación.
La alimentación consciente puede tener muchos beneficios, como ayudar a controlar el peso, mejorar la digestión, reducir la ansiedad relacionada con la comida y fomentar una mayor conexión con nuestro cuerpo y nuestras necesidades. Es una práctica que requiere tiempo y atención, pero puede tener un impacto positivo en nuestra salud y bienestar general.
En el ámbito de la nutrición, se han realizado investigaciones sobre la relación entre la alimentación y la salud emocional, así como sobre la importancia de prestar atención a las señales internas del cuerpo para regular el hambre y la saciedad.
Varios profesionales de la salud y expertos en nutrición y psicología han contribuido a popularizar y desarrollar la práctica de la alimentación consciente a través de sus libros y programas.
En resumen, la alimentación consciente es el resultado de la combinación de la sabiduría tradicional de la atención plena, la investigación científica sobre la nutrición y la psicología, y las contribuciones de diversos profesionales en el campo de la salud y el bienestar.