¡Adopta el hábito de ser feliz!

 “El verdadero propósito de la vida es buscar la felicidad”

 Dalai Lama.

Adopta el hábito de ser feliz; Hoy te invitamos a que trabajes para que en ti habite la felicidad. Para que consigas ese estado de calma, amorosidad y claridad que aporta el hábito de ser feliz, sea cual sea la situación por la que tengas que atravesar. 

Pero ¿Qué es la felicidad? Encontraremos diversas respuestas según las escuelas filosóficas de la que provengan. Y si preguntamos a varias personas; como la felicidad es un estado puramente subjetivo, la respuesta va a depender de cada persona. 

¿De qué hablamos cuando hablamos de felicidad?

Fuera del ámbito espiritual se afilia a la felicidad con que nos pasen cosas que deseamos. También se la asocia con el placer, muchas veces con acumular objetos, momentos, viajes. Cuanto más cosas que nos den placer acumulemos, más felices seremos. Típico de los mensajes comerciales, vacaciones en lugares paradisíacos, autos, la mejor música, el mejor móvil. Cientos de productos y momentos que te darán placer y te llevarán a la felicidad. Sabemos, que se puede estar rodeado de placeres y ser infeliz.

Adopta el hábito de ser feliz. Construir el hábito.

Hablamos de otro tipo de felicidad, de la felicidad como hábito, como algo que tenemos que construir y que sea permanente.

Nos referimos a instalar en nuestro interior, en nuestra divinidad, una manera de ver, sentir y actuar. 

La palabra felicidad tiene una vibración alta, solo con pensar en ella nuestro cuerpo y nuestra mente entra en estado de plenitud. Es una emoción asociada al bienestar y a la alegría. Ley de Vibración. Siete Leyes Universales.

Adopta el hábito de ser feliz. Ciencia.

En la Universidad de Wisconsin. EE.UU, interesados en esta emoción, investigaron y crearon un método para medirla; haciendo pruebas a distintas personas. Uno de los voluntarios fue Matthieu Ricard (1946 Francia) Monje Budista en quien se midió la más alta actividad en la corteza prefrontal cerebral izquierda, que es la asociada a las emociones positivas. Se lo nombró El hombre más feliz del mundo. Matthieu Ricard ha escrito varios libros entre ellos “En defensa de la felicidad” y “Memorias de un Monje Budista” lectura ampliamente recomendada. Ricard tiene hoy 75 años, es asesor personal de Dalai Lama, se encuentra dedicado a traducir textos budistas, conferencias y a realizar obras por los que menos tienen. 

Perspectiva científica.

La psicología positiva describe la felicidad como un estado entrenable, no solo un rasgo de personalidad. Investigaciones de Martin Seligman y otros muestran que practicar hábitos diarios como la gratitud, la meditación, el ejercicio regular y las relaciones significativas reconfigura el cerebro.

Neuroplasticidad:

La práctica constante de pensamientos positivos fortalece las conexiones neuronales asociadas al bienestar.

Hormonas y neurotransmisores:

Actividades placenteras y altruistas estimulan dopamina, serotonina y oxitocina, vinculadas a la sensación de felicidad.

Atención plena:

Entrenar la mente para enfocarse en el presente reduce la rumiación y el estrés, aumentando el bienestar subjetivo.

¿Cómo podemos adquirir hábitos de felicidad?

“No nos convertimos en personas felices de la noche a la mañana, sino con constancia, día a día y mediante la transformación interior”

 Matthieu Ricard

Los hábitos se adquieren por repetición, los buenos y los malos. Nuestro propósito es crear hábitos favorables, positivos, de alta vibración, de amor incondicional que nos lleven a un estado permanente de felicidad. 

Perspectiva espiritual.

En muchas tradiciones, la felicidad es vista como un estado de conciencia más que un resultado externo.

Budismo:

La verdadera alegría surge al disminuir el apego y cultivar la compasión.

Filosofías hindúes y del yoga:

La dicha interior (ananda) se alcanza al reconocer la unidad con lo divino.

Hábito-Repetición:

Repetición, convencimiento, disciplina, actitudes, cualidades que vamos construyendo con un profundo trabajo de conocimiento interno, a través de prácticas espirituales. Ir hacia adentro hará que poco a poco se vaya quitando el velo, la negatividad, lo que nos nubla. La felicidad está dentro nuestro, es algo innato que hemos olvidado, tenemos que encontrarla, nutrirla, nombrarla, pensarla. Ir hacia ella sin terceros (ella y yo) Si ponemos la atención en la felicidad, ella crece, y ese es nuestro trabajo. 

Las prácticas espirituales.

Meditación, yoga, contemplación o lo que elijamos, nos llevan a eliminar esas creencias de limitación y carencias. Dejaremos de buscar la felicidad fuera, nos harán amarnos incondicionalmente y podremos dar y recibir buen amor.

Entrenarnos en ser amables.

Otro punto que viene de la mano con este trabajo es el de aprender a ver al otro, no cerrarnos en nosotros mismos, cultivando la bondad y el agradecimiento. Entrenarnos en ser amables, tranquilos, en tener una actitud benevolente con los demás, esto nos aporta felicidad, alegría. Buscar en nuestros recursos alguna manera de aliviar el dolor de otros, con una palabra o un gesto muchas veces salva. Existen incontables maneras de dar, usando nuestros propios recursos; por ejemplo, grupos de artistas pintan hospitales para hacer más agradables esos espacios. 

Por el contrario si nos comportamos de manera irritable, violenta, mala inmediatamente quedará algo negativo en nosotros. Estamos todos conectados podemos hacer feliz a alguien más. Ricard asegura “la felicidad egoísta no funciona, uno hace miserable su propia vida y la de los demás”

Entrenarnos en conocernos.

Cultivar el amor y la bondad nos hará desechar las ideas de incapacidad, sufrimiento y carencia. Mover nuestro cuerpo e intelecto, conectarnos con la naturaleza de la cual somos parte despertará tu divinidad. Estar totalmente abiertos y receptivos en el ahora que es lo que existe.

Las prácticas espirituales son un camino de ida, una fuente inagotable de conocimiento que muchas veces se encuentra escondido. La meditación nos lleva a recordar y a reencontrarnos con lo que habita en cada uno de nosotros, con nuestra esencia que es el amor. La felicidad es una construcción que te corresponde crearla a ti.

En Síntesis.

El “hábito de ser feliz” implica decisiones cotidianas: entrenar la mente para el agradecimiento, cuidar el cuerpo y nutrir la conexión espiritual. La ciencia respalda que estos gestos modifican el cerebro y las emociones. La espiritualidad enseña que conducen a una alegría más profunda y duradera, independiente de las circunstancias externas.

¿Y tu eres feliz? Comparte con nosotros. ¡Hasta la próxima!

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